SANTÍSIMO SACRAMENTO

SANTÍSIMO SACRAMENTO

martes, 25 de diciembre de 2007

HA NACIDO EL MESIAS EL SEÑOR NUESTRO SALVADOR.



La gracia de Dios, nos induzca a adorar en profundidad a su hijo salvador nuestro.
La gracia del omnipotente, se ha apiadado del género humano.
En Belén ha ocurrido un grandioso portento, que por su gracia se alimenta el mundo entero.
Lo anuncia el mensajero, un Angel viene del cielo, y los pastores adormilados caen de miedo.
No temáis os traigo una buena noticia; Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
Gloria a Dios en las Alturas y en la Tierra Paz a los Hombres de Buena Voluntad.

FELICES PASCUAS. Mercedes Ramos.

domingo, 23 de diciembre de 2007

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO.


Celebración del Adviento
Cuarto Domingo de Adviento - Ciclo A


Ven Espíritu Santo,

Todos: llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu creador.

Todos: Y renovaras la faz de la tierra.

Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijo con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelo. Por Cristo Nuestro Señor.

Todos Amén.

(Se enciende la cuarta vela)

Bienvenida

Guía: Una vez más nos reunimos, atendiendo al anuncio de la llegada de Dios nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo en Belén y en cada uno de nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro salvador reuniéndonos en torno a esta corona.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo:

(Mateo Cap 1, 18-24)

La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: « José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. » Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: « Dios con nosotros. » Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.

Reflexión

Guía: Hoy en la víspera de Navidad, una persona especial ocupa nuestra atención, una mujer joven y hermosa llamada María, casi desconocida para la mayoría de los judíos. Dios, sin embargo la eligió para se la madre de su hijo Jesucristo.

Al igual que nuestra Santísima Madre la Virgen María, estamos dispuestos a tener como único propósito en la vida hacer la voluntad del Señor, y meditar en nuestro corazón el misterio del nacimiento de Cristo. ¿He cumplido los compromisos que me propuse? ¿Cómo hemos cumplido esos compromisos que nos hemos propuesto anteriormente? ¿En qué he tenido éxito, en qué he fallado? ¿Estoy dispuesto a cumplir y ser fiel al igual que María lo fue en su vida?

domingo, 16 de diciembre de 2007

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

Encendemos la tercera vela de adviento.

Dios nos habla a cada uno, separadamente. Necesito estar atento(a) para escuchar lo que me quiere decir. Leo el texto varias veces... luego escucho.


Mateo 11, 2-11


Juan, que estaba en la cárcel, oyó hablar de las obras de Cristo, por lo que envió a sus discípulos a preguntarle: "¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?" Jesús les contestó: "Vayan y cuéntenle a Juan lo que ustedes están oyendo y viendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y una Buena Nueva llega a los pobres. ?Y dichoso aquél para quien yo no sea motivo de escándalo!" Una vez que se fueron los mensajeros, Jesús comenzó a hablar de Juan a la gente: "Cuando ustedes fueron al desierto, ¿qué iban a ver? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué iban ustedes a ver? ¿Un hombre con ropas finas? Los que visten ropas finas viven en palacios. Entonces, ¿qué fueron a ver? ¿A un profeta? Eso sí y, créanme, más que un profeta. Este es el hombre de quien la escritura dice: Yo voy a enviar mi mensajero delante de ti, para que te preceda abriéndote el camino. Yo se lo digo: de entre los hijos de mujer no se ha manifestado uno más grande que Juan Bautista, y sin embargo el más pequeño en el Reino de los Cielos es más que él.

¿Qué me estás diciendo, Señor?

Reflexiones sobre la lectura de hoy

Hay un real consuelo en esta historia. Juan el Bautista, el poderoso y austero hombre que ejercía una notable influencia sobre los judíos, tenía sus momentos de oscuridad. Preso en el calabozo de Herodes, se preguntaba: "¿seré un tonto? ¿Esto es todo lo que hay? ¿Estaba yo equivocado respecto a Jesús?" No sólo se hace estas preguntas, sino que envía mensajeros a Jesús. Y Jesús no le envía una respuesta tranquilizadora; sólo le pide a los mensajeros que abran sus ojos y vean la evidencia en la vida de Jesús.

Señor, en mis momentos de duda y oscuridad, que yo pueda llenar mis ojos Contigo.

domingo, 9 de diciembre de 2007

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO.


Encendemos la segunda vela de adviento.

Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, es decir, renovarnos procurando ser mejores nuestra vida para recibir a Jesús.


La conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista. Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, ¿qué mejor manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado. Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.

sábado, 1 de diciembre de 2007

DOMINGO PRIMERO DE ADVIENTO.


Bienvenida y Bendición
de la Corona de Adviento

Guía:
Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio de la llegada de Dios Nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en Belén y en nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador reuniéndonos en torno a esta corona.

Bendice Señor esta corona, que sea para nosotros medio para preparar nuestra alma para recibirte. Que al ver su forma veamos que tu Dios eterno eres el principio y fin de todo cuanto existe y su verde follaje nos recuerde la esperanza de llegar a recibirte.

(Se enciende la primera vela)

Que al ir encendiendo cada una de sus velas se disipen las tinieblas del pecado y comience a clarear la luz de tu presencia en nuestras almas. Que por el espíritu de oración, penitencia y sacrificio, la caridad en nuestra vida nos prepare para recibirte y anuncie a los que nos rodean tu presencia entre nosotros.


Lectura del santo evangelio según san Mateo 24, 37-44

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor.

Comentario por Mercedes.

Me gusta acercarme al Señor de la misericordia.
Para mantenerme en vela, por qué no sé cuando me llamará mi Señor, y me sobrecogen estas palabras, en un temor santo, de acercarme más, de pedir por los incautos, que viven en gozar sólo en esta vida, con un desenfreno que oprime el corazón de la suerte que puedan correr, por qué no, sólo, de vemos pensar en nosotros.
Intercede Señora,
Madre de la prenda salvadora, ilumina la hora
Que en vela a tu hijo, mi alma quede sola.

domingo, 25 de noviembre de 2007

VIO UNA VIUDA POBRE QUE ECHABA DOS REALES.



Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: -«Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»


Palabra del Señor



Comentario por Mercedes Ramos.

En verdad, es sorprendente, la viuda, podía haber dicho que eso no iba con ella, por que era pobrísima en cuanto a dinero, pero muy rica en generosidad, y desprendimiento.

Sería que dijo, para esto que tengo sólo no quiero nada, pero no, por que Jesús ve en lo profundo del corazón, Y seguro que esa viuda vivía ya para Jesús, y le bastaría sólo El.

Ad me Señor, que baya desprendiéndome de lo superfluo, y hasta de lo necesario,
Que también a mi me bastes Tú.

sábado, 24 de noviembre de 2007

CRISTO REY.



ÚLTIMO DOMINGO DEL AÑO LITURGICO:

Cristo es el Rey del universo y de cada uno de nosotros.

Es una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico, porque celebramos que Cristo es el Rey del universo. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz.

En la fiesta de Cristo Rey celebramos que Cristo puede empezar a reinar en nuestros corazones en el momento en que nosotros se lo permitamos, y así el Reino de Dios puede hacerse presente en nuestra vida. De esta forma vamos instaurando desde ahora el Reino de Cristo en nosotros mismos y en nuestros hogares, empresas y ambiente.

En ellas, Jesús nos hace ver claramente que vale la pena buscarlo y encontrarlo, que vivir el Reino de Dios vale más que todos los tesoros de la tierra y que su crecimiento será discreto, sin que nadie sepa cómo ni cuándo, pero eficaz.

Para lograr que Jesús reine en nuestra vida, en primer lugar debemos conocer a Cristo. La lectura y reflexión del Evangelio, la oración personal y los sacramentos son medios para conocerlo y de los que se reciben gracias que van abriendo nuestros corazones a su amor. Se trata de conocer a Cristo de una manera experiencial y no sólo teológica.
Acerquémonos a la Eucaristía, Dios mismo, para recibir de su abundancia. Oremos con profundidad escuchando a Cristo que nos habla.

Al conocer a Cristo empezaremos a amarlo de manera espontánea, por que Él es toda bondad. Y cuando uno está enamorado se le nota.

El tercer paso es imitar a Jesucristo. El amor nos llevará casi sin darnos cuenta a pensar como Cristo, querer como Cristo y a sentir como Cristo, viviendo una vida de verdadera caridad y autenticidad cristiana. Cuando imitamos a Cristo conociéndolo y amándolo, entonces podemos experimentar que el Reino de Cristo ha comenzado para nosotros.

Por último, vendrá el compromiso apostólico que consiste en llevar nuestro amor a la acción de extender el Reino de Cristo a todas las almas mediante obras concretas de apostolado. No nos podremos detener. Nuestro amor comenzará a desbordarse.

Dedicar nuestra vida a la extensión del Reino de Cristo en la tierra es lo mejor que podemos hacer, pues Cristo nos premiará con una alegría y una paz profundas e imperturbables en todas las circunstancias de la vida.

Himno: OH PRÍNCIPE ABSOLUTO DE LOS SIGLOS

Oh príncipe absoluto de los siglos,
oh Jesucristo, rey de las naciones:
te confesamos árbitro supremo
de las mentes y de los corazones.

En la tierra te adoran los mortales
y los santos te alaban en el cielo,
unidos a sus voces te aclamamos
proclamándote rey del universo.

Oh Jesucristo, príncipe pacífico:
somete a los espíritus rebeldes,
y haz que encuentren el rumbo los perdidos
y que en un solo aprisco se congreguen.

Para eso pendes de una cruz sangrienta,
y abres en ella tus divinos brazos;
para eso muestras en tu pecho herido
tu ardiente corazón atravesado.

Para eso estás oculto en los altares
tras las imágenes del pan y el vino;
para eso viertes de tu pecho abierto
sangre de salvación para tus hijos.

Por regir con amor el universo,
glorificado seas, Jesucristo,
y que contigo y con tu eterno Padre

jueves, 22 de noviembre de 2007

"MI CASA ES CASA DE ORACIÓN"



Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 45-48

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: -«Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos."» Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

Palabra del Señor

Amigos:
Mi casa es casa de oración, dice el Señor, la importancia del silencio en la casa del Padre, y a veces el cuchicheo, las irreverencias, el estar molestando a los pocos que sí han comprendido las palabras del señor; Él habla en el silencio del corazón, te sigue diciendo estoy aquí esperando que vengas, sin voceríos, sin engaños, con veracidad y humildad.

Comentario: por Mercedes Ramos.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

JESÚS LLORA POR JERUSALÉN.



Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 41-44

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: -« ¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.»


Palabra del Señor

Comentario por Mercedes Ramos.

Jesús llora por Jerusalén. Jerusalén, regada con sangre, sudor y lágrimas de Cristo. La tierra prometida. La Jerusalén Celeste. Qué iba a saber ella de su dolor, de su oración, y de su amor, me conmueven las lágrimas del Maestro, su tremenda soledad en esas tierras, de sus gentes, que El tanto ama.
Yo siento nostalgia de ver al Señor, su andadura evangelizadora, las curaciones a tantos lisiados del cuerpo y del alma. Señor, quiero verte ahora por nuestras calles, acogerte, sonreírte. Dime señor, que todavía estoy a tiempo, para no desecharte, para secar tus lágrimas con mis besos.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

SOLO UNO SE VOLVIÓ A DAR GRACIAS.


Lucas 17, 11-19


"De camino hacia Jerusalén, Jesús pasó por los límites de Samaria y Galilea. Al entrar a un pueblo, diez hombres leprosos le salieron al encuentro. Se quedaron a cierta distancia y gritaron: “Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros”.
Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes.”
Mientras iban, quedaron sanos. Uno de ellos, al verse sano, volvió de inmediato. Llegó alabando a Dios en alta voz y echándose a los pies de Jesús, con el rostro en tierra, le
daba gracias.
Este era samaritano.
Jesús entonces preguntó: “¿No sanaron los diez? ¿Dónde están los otros nueve? El único que ha vuelto a alabar a Dios ha sido el extranjero?” En seguida dijo al hombre: “Levantate y vete: tu fe te ha salvado.”

Reflesión.

Jesús entra hoy en el mundo de los excluidos. Va al encuentro de los expulsados, olvidados, los marginados, a los que no se quiere ver. Entre los leprosos hay un samaritano. Esta excluido porque es leproso y porque es samaritano.

Los leprosos claman a Jesús, y Jesús les dice "vayan a presentarse a los sacerdotes". Eran los sacerdotes los que tenían el poder de decretar que alguien era leproso o si estaba curado. Ellos excluían. Y eran también ellos los que decretaban "estás curado", y eran entonces los sacerdotes los que efectuaban la reintegración social.

Si Jesús dice "vayan a presentarse a los sacerdotes", es para que los sacerdotes puedan verificar la curación.

Dice: “vayan a presentarse a los sacerdotes para mostrarles que están curados". Y ellos van.

¡Jesús apela a la fe!

No están curados, y se van a mostrar que están curados. ¡Eso es la fe!

Y en el camino, en efecto, quedan curados. Es en camino que ellos son curados.

Entonces, entre los 10 hay 9 que tienen tanta prisa por recobrar su lugar en la sociedad que van enseguida a ver a los sacerdotes para decirles: ¡Miren, estoy curado! Solamente hay uno que no va primero a que lo vean los sacerdotes, porque para él hay algo más urgente: reconocer la ternura de Dios. Vuelve atrás y cae a los pies de Jesús para decirle: gracias. Y justamente ese es un extranjero, un samaritano, un hereje. Jesús le dice: "Levántate, tu fe te ha salvado". ¡Al hereje es a quien Jesús le dice "Levántate, tu fe te ha salvado"! ¡Al hereje es a quien Jesús le dice "Vete, tu fe te ha salvado"!

sábado, 10 de noviembre de 2007

PRESIONA EN LA IMAGEN DEL SEÑOR.



¿QUIÉN ES LA PUERTA?

El Señor JesuCristo es la puerta que debes entrar para ser salvo. Escúchale como te invita a entrar para salvarte: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida (eterna), y pocos son los que la hallan" (Mateo 7: 13-14). Todos nosotros necesitamos entrar por la puerta estrecha para hallar misericordia y perdón de pecados. Jesús dijo: "Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida (Eterna); nadie viene al Padre sino por Mí" (Juan 14:6). Amado lector, esta declaración del Señor es bien categórica: nadie, absolutamente nadie, viene a Dios sino es por el Señor JesuCristo. La razón es sencilla, Cristo fue el único que pagó el precio por nuestra Redención, a Él corresponde perdonar y salvar.

¿QUÉ HIZO DIOS PARA SALVARTE?

Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador, y para salvarte sacrificó a su Hijo por ti y por mí: "Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). El amor de Dios al hombre quedó demostrado en la crucifixión del Señor Jesús: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga Vida Eterna" (Juan 3:16).

martes, 23 de octubre de 2007

SEÑOR AYÚDAME




Señor, ayúdame a ser un cristiano
tan consciente, que me dé cuenta
de mis propias limitaciones;
tan valiente, que no me hunda
ante las inevitables dificultades de la vida;
y tan humilde que llegue a descubrir
que, sin Ti, nunca sabré llevar
mi cruz de cada día.

Haz, Señor, que cuando me llegue
el dolor o la prueba, no la mire nunca
como un castigo que Tú me envías,
sino como una oportunidad que me brindas
de poder demostrarte que mi amor
es serio y que soy consecuente
con la fe que profeso.

Que el dolor, Señor,
me haga cada vez más maduro,
como persona y como cristiano;
que me haga más comprensivo con los demás;
que me haga más amable, más tierno
y más humano; que cuando el dolor
llegue a mi puerta, lejos de hacerme
el mártir o de tomar actitudes
de víctima propiciatoria, sepa repartir
paz y alegría en medio de los que me rodean.
Amén.

domingo, 23 de septiembre de 2007

ORAR PARA NO ENTRAR EN TENTACIÓN.


Digamos con toda humildad:

1) Con San Pedro te decimos: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo".

2) Con la Samaritana te decimos: "Dame esa agua que salta hasta la vida eterna".

3) Con Santo Tomás te invocamos: "Señor mío y Dios mío".

4) Con la mujer Cananea acudimos diciendo: "Señor, ayúdame".

5) Y con Pedro en el lago: "Aparta de mí, Señor, que soy un gran pecador".

6) Con los dos leprosos de Samaria te suplicamos: "Jesús, hijo de David, ten compasión de nosotros".

7) Y con los discípulos en la tempestad: "Señor, sálvanos que perecemos".

8) Y con Pedro en la montaña: "¿A dónde iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna".

9) Con el Buen Ladrón te decimos: "Acuérdate de mí, cuando estés en tu Reino".

10) Y con el Centurión: "¡Verdaderamente éste era el Hijo de Dios!".

lunes, 23 de julio de 2007

ORACIONES A LAS LLAGAS DE JESUCRISTO.


ORACIONES
Aprobadas por El Papa Pío

En la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma todavía se puede contemplar, en la capilla del Santísimo Sacramento, el Crucifijo Milagroso ante el cual estuvo arrodillada Santa Brígida cuando recibió estas 15 Oraciones de Nuestro Señor. Allí hay una inscripción conmemorando este evento, en latín: “Pendentis. Pendente Dei verba a accepit aure accipit et verbum corde Brigitta Deum. Anno Jubilei MCCCL”


Por mucho tiempo, Santa Brígida había deseado saber cuántos latigazos había recibido Nuestro Señor en Su Pasión. Cierto día se le apareció Jesucristo, diciéndole: “Recibí en Mi Cuerpo cinco mil, cuatrocientos ochenta latigazos; son 5.480 azotes. Si queréis honrarlos en verdad, con alguna veneración, decid 15 veces el Padre Nuestro; también 15 veces el Ave María, con las siguientes oraciones, durante un año completo. Al terminar el año, habréis venerado cada una de Mis Llagas”. (Nuestro Señor mismo le dictó las oraciones a la santa.)

Primera Oración

Padrenuestro - Ave Maria.

¡Oh Jesucristo ¡Sois la eterna dulzura de todos los que Os aman; la alegría que sobrepasa todo gozo y deseo; la salvación y esperanza de todos los pecadores. Habéis manifestado no tener mayor deseo que el de permanecer en medio de los hombres, en la tierra. Los amáis hasta el punto de asumir la naturaleza humana, en la plenitud de los tiempos, por amor a ellos. Acordaos de todos los sufrimientos que habéis soportado desde el instante de Vuestra Concepción y especialmente durante Vuestra Sagrada Pasión; así como fue decretado y ordenado desde toda la eternidad, según el plan divino.

Acordaos, Oh Señor, que durante la última cena con Vuestros discípulos les habéis Lavado los pies; y después, les distéis Vuestro Sacratísimo Cuerpo, y Vuestra Sangre Preciosísima. Luego, confortándolos con dulzura, les anunciasteis Vuestra próxima Pasión.

Acordaos de la tristeza y amargura que habéis experimentado en Vuestra Alma, como Vos mismo lo afirmasteis, diciendo
”Mi Alma está triste hasta la muerte.”

Acordaos de todos los temores, las angustias y los dolores que habéis soportado, en Vuestro Sagrado Cuerpo, antes del suplicio de la crucifixión. Después de haber orado tres veces, todo bañado de sudor sangriento, fuisteis traicionado por Vuestro discípulo. Judas; apresado por los habitantes de una nación que habíais escogido y enaltecido. Fuisteis acusado por falsos testigos e injustamente juzgado por tres jueces; todo lo cual sucedió en la flor de Vuestra madurez, y en la solemne estación pascual.

Acordaos que fuisteis despojado de Vuestra propia vestidura, y revestido con manto de irrisión. Os cubrieron los Ojos y la Cara infligiendo bofetadas. Después, coronándoos de espinas, pusieron en Vuestras manos una caña. Finalmente, fuisteis atado a la columna, desgarrado con azotes y agobiado de oprobios y ultrajes.

En memoria de todas estas penas y dolores que habéis soportado antes de Vuestra Pasión en la Cruz concededme antes de morir, una contrición verdadera, una confesión sincera y completa, adecuada satisfacción; y la remisión de todos mis pecados. Amén.

Segunda Oración.


Padrenuestro - Ave Maria

¡Oh Jesús, la verdadera libertad de los ángeles y paraíso de delicias! Acordaos del horror y la tristeza con que fuisteis oprimido, cuando Vuestros enemigos como leones furiosos, os rodearon con miles de injurias: salivazos, bofetadas, laceraciones, arañazos y otros suplicios inauditos. Os atormentaron a su antojo. En consideración a estos tormentos y a las palabras injuriosas, Os suplico. ¡Oh mi Salvador, y Redentor! que me libréis de todos mis enemigos visibles e invisibles y que bajo Vuestra protección, hagáis que yo alcance la perfección de la salvación eterna. Amén.

Tercera Oración.

Padrenuestro - Ave Maria.

¡Oh Jesús, Creador del Cielo y de la Tierra, al que nada puede contener ni limitar! Vos abarcáis todo; y todo es sostenido bajo Vuestra amorosa potestad. Acordaos del dolor muy amargo que sufristeis cuando los judíos, con gruesos clavos cuadrados, golpe a golpe clavaron Vuestras Sagradas Manos y Pies a la Cruz. Y no viéndoos en un estado suficientemente lamentable para satisfacer su furor, agrandaron Vuestras Llagas, agregando dolor sobre dolor. Con indescriptible crueldad. Extendieron Vuestro Cuerpo en la Cruz. Y con jalones y estirones violentos, en toda dirección, dislocaron Vuestros Huesos.

¡Oh Jesús!, en memoria de este santo dolor que habéis soportado con tanto amor en la Cruz, Os suplico concederme la gracia de temeros y amaros. Amén.

Cuarta Oración.

Padrenuestro - Ave María.

O Jesús, Médico Celestial! elevado en la Cruz para curar nuestras llagas con las Vuestras! Acordaos de las contusiones y los desfallecimientos que habéis sufrido en todos Vuestros Miembros; y que fueron distendidos a tal grado, que no ha habido dolor semejante al Vuestro. Desde la cima de la cabeza hasta la planta de los pies, ninguna parte de Vuestro Cuerpo estaba exenta de tormentos. Sin embargo, olvidando todos Vuestros sufrimientos, no dejasteis de pedir por Vuestros enemigos, a Vuestro Padre Celestial, diciéndole: “ Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.”
Por esta inmensa misericordia, y en memoria de estos sufrimientos, Os hago esta súplica: conceded que el recuerdo de Vuestra muy amarga Pasión, nos alcance una perfecta contrición, y la remisión de todos nuestros pecados. Amén.

Quinta Oración.

Padrenuestro - Ave María.

¡Oh Jesús!, ¡Espejo de Resplandor Eterno! Acordaos de la tristeza aguda que habéis sentido al contemplar con anticipación, las almas que habían de condenarse. A la luz de Vuestra Divinidad, habéis vislumbrado la predestinación de aquellos que se salvarían, mediante los méritos de Vuestra Sagrada Pasión. Simultáneamente habéis contemplado tristemente la inmensa multitud de réprobos que serian condenados por sus pecados; y Os habéis quejado amargamente de esos desesperados, perdidos y desgraciados pecadores.

Por este abismo de compasión y piedad y principalmente por la bondad que demostrasteis hacia el buen ladrón, diciéndole: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”, hago esta súplica, Dulce Jesús. Os pido que a la hora de mi muerte tengáis misericordia de mí. Amén.

Sexta Oración.

Padrenuestro - Ave Maria.

¡Oh Jesús. Rey infinitamente amado y deseado! Acordaos del dolor que habéis sufrido, cuando, desnudo y como un crimina! común y corriente, fuisteis clavado y elevado en la Cruz. También! fuisteis abandonado de todos Vuestros parientes y amigos con la excepción de Vuestra muy amada Madre. En Vuestra agonía, Ella permaneció fiel junto a Vos; luego, la encomendasteis a Vuestro fiel discípulo, Juan, diciendo a Maria: “mujer, he aquí a tu hijo!” Y a Juan: “ He aquí a tu Madre!

Os suplico, Oh mi Salvador, por la espada de dolor que entonces traspasó el alma de Vuestra Santísima Madre, que tengáis compasión de mí. Y en todas mis aflicciones y tribulaciones, tanto corporales como espirituales, ten piedad de mí. Asistidme en todas mis pruebas, y especialmente en la hora de mi muerte. Amén.

Séptima Oración.

Padrenuestro - Ave Maria

¡Oh Jesús, inagotable Fuente de compasión, ten compasión de mí! En profundo gesto de amor, habéis exclamado en la Cruz: “Tengo sed” Era sed por la salvación del género humano. Oh mi Salvador os ruego que inflaméis nuestros corazones con el deseo de dirigirnos a la perfección, en todas nuestras obras. Extinguid en nosotros la concupiscencia carnal y el ardor de los apetitos mundanos. Amén.

Octava Oración.

Padrenuestro - Ave María.

¡Oh Jesús, Dulzura de los corazones y Deleite del espíritu! Por el vinagre y la hiel amarga que habéis probado en la Cruz, por amor a nosotros, oíd nuestros ruegos. Concedednos la gracia de recibir dignamente Vuestro Sacratísimo Cuerpo y Sangre Preciosísima durante nuestra vida, y también a la hora de la muerte para servir de remedio y consuelo a nuestras almas. Amén.

Novena Oración

Padrenuestro - Ave María.

¡Oh Jesús, Virtud real y gozo del alma! Acordaos del dolor que habéis sentido, sumergido en un océano de amargura, al acercarse la muerte, insultado y ultrajado por los judíos. Clamasteis en alta voz que habíais sido abandonado por Vuestro Padre Celestial, diciéndole: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Por esta angustia, Os suplico, Oh mi Salvador, que no me abandonéis en los terrores y dolores de mi muerte. Amén.

Décima Oración

Padrenuestro -Ave Maria.

¡Oh Jesús. Principio y Fin de todas las cosas. Sois la Vida y la Virtud plena! Acordaos que por causa nuestra fuisteis sumergido en un abismo de penas, sufriendo dolor desde la planta de los Pies hasta la cima de la Cabeza. En consideración a la enormidad de Vuestras Llagas, enseñadme a guardar, por puro amor a Vos, todos Vuestros Mandamientos; cuyo camino de Vuestra Ley Divina es amplio y agradable para aquellos que Os aman, Amén.

Undécima Oración

Padrenuestro - Ave Maria.

¡Oh Jesús! ¡Abismo muy profundo de Misericordia! En memoria de las llagas que penetraron hasta la médula de Vuestros Huesos y Entrañas, para atraerme hacia Vos, presento esta súplica. Yo, miserable pecador, profundamente sumergido en mis ofensas, pido que me apartéis del pecado. Ocultadme de Vuestro Rostro tan justamente irritado contra mí. Escondedme en los huecos de Vuestras Llagas hasta que Vuestra cólera y justìsíma indignación hayan cesado. Amén.

Duodécima Oración

Padrenuestro - Ave Maria.

¡Oh Jesús! Espejo de la Verdad, Sello de la Unidad. y Vínculo de la Caridad! Acordaos de la multitud de Llagas con que fuisteis herido, desde la Cabeza hasta los Pies. Esas Llagas fueron laceradas y enrojecidas, Oh dulce Jesús, por la efusión de Vuestra adorable Sangre. ¡Oh, qué dolor tan grande y repleto habéis sufrido por amor a nosotros, en Vuestra Carne virginal! ¡Dulcísimo Jesús! ¿Qué hubo de hacer por nosotros que no habéis hecho? Nada falta. ¡Todo lo habéis cumplido! ¡Oh amable y adorable Jesús! Por el fiel recuerdo de Vuestra Pasión, que el Fruto meritorio de Vuestros sufrimientos sea renovado en mi alma. Y que en mi corazón, Vuestro Amor aumente cada día hasta que llegue a contemplaros en la eternidad. ¡Oh Amabilísimo Jesús! Vos sois el Tesoro de toda alegría y dicha verdadera, que Os pido concederme en el Cielo. Amén.

Décima-Tercera Oración

Padrenuestro - Ave María.

¡Oh Jesús! ¡Fuerte León, Rey inmortal e invencible! Acordaos del inmenso dolor que habéis sufrido cuando, agotadas todas Vuestras fuerzas, tanto morales como físicas, inclinasteis la Cabeza y dijisteis: “Todo está consumado”. Por esta angustia y dolor, os suplico, Señor Jesús, que tengáis piedad de mí en la hora de mi muerte cuando mi mente estará tremendamente perturbada y mi alma sumergida en angustia. Amén.

Décima-Cuarta Oración.

Padrenuestro - Ave María.

¡Oh Jesús! ¡Unico Hijo del Padre Celestial! esplendor y semejanza de su Esencia! Acordaos de la sencilla y humilde recomendación que hicisteis de Vuestra Alma, a Vuestro Padre Eterno, diciéndole: “¡Padre en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu!” Desgarrado Vuestro Cuerpo, destrozado Vuestro Corazón, y abiertas las Entrañas de Vuestra misericordia para redimirnos, habéis expirado. Por Vuestra Preciosa Muerte, Os suplico, Oh Rey de los santos, confortadme. Socorredme para resistir al demonio, la carne y al mundo. A fin de que, estando muerto al mundo, viva yo solamente para Vos. Y a la hora de mi muerte, recibid mi alma peregrina y desterrada que regresa a Vos. Amén.

Décima-Quinta Oración.

Padrenuestro-Ave María.

¡Oh Jesús! ¡Verdadera y fecunda Vid! Acordaos de la abundante efusión de Sangre que tan generosamente habéis derramado de Vuestro Sagrado Cuerpo. Vuestra preciosa Sangre fue derramada como el jugo de la uva bajo el lagar.

De Vuestro Costado perforado por un soldado, con la lanza, ha brotado Sangre y agua, hasta no quedar en Vuestro Cuerpo gota alguna. Finalmente, como un haz de mirra, elevado a lo alto de la Cruz., la muy fina y delicada Carne Vuestra fue destrozada; la Substancia de Vuestro Cuerpo fue marchitada; y disecada la médula de Vuestros Huesos. Por esta amarga Pasión, y por la efusión de Vuestra preciosa Sangre, Os suplico, Oh dulcísimo Jesús, que recibáis mi alma, cuando yo esté sufriendo en la agonía de mi muerte. Amén.

Conclusión.

¡Oh Dulce Jesús! Herid mi corazón, a fin de que mis lágrimas de amor y penitencia me sirvan de pan, día y noche. Convertidme enteramente, Oh mi Señor, a Vos. Haced que mi corazón sea Vuestra Habitación perpetua. Y que mi conversación Os sea agradable. Que el fin de mi vida Os sea de tal suerte loable, que después de mi muerte pueda merecer Vuestro Paraíso; y alabaros para siempre en el Cielo con tu muy amada Madre, y con todos Vuestros santos. Amén.
Las Promesas
1. Libraré del Purgatorio a 15 almas de su parentela o linaje
2. 15 almas de su parentela o linaje serán preservadas y confirmadas en la gracia.
3. 15 pecadores de su linaje serán convertidos.
4. El que rece estas oraciones alcanzará el primer grado de la perfección.
5. 15 días antes de su muerte, le daré el alimento de Mi Sagrado Cuerpo para que escape del hambre eterna; y le daré de beber de Mi Preciosísima Sangre para que no padezca de sed eternamente.
6. 15 días antes de su muerte, sentirá constricción profunda por todos sus pecados, y tendrá conocimiento perfecto de todas sus culpas.
7. Yo pondré el signo de Mi victoriosa Cruz delante de él, para que sea su amparo y defensa contra las acechanzas de sus enemigos.
8. Antes de su muerte, vendré a él con Mi queridísima y bienamada Madre.
9. Benignamente recibiré su alma, y le conduciré a las delicias eternas.
10. Y habiendo conducido a ésta alma hasta las mansiones eternas, allí, le daré a beber del Manantial de Mí Divinidad; cosa
que no haré con los que no hayan recitado Mis oraciones.
11. Haz saber que el que haya vivido en estado de pecado mortal aún por 30 años, si reza devotamente estas oraciones, o si hubiere propuesto rezarlas, el señor le perdonará todos sus pecados.
12. Yo le defenderé contra graves tentaciones.
13. Preservaré y guardaré sus 5 sentidos.
14. Le preservaré de una muerte repentina.
15. Su alma será librada de la muerte eterna.
16. Ésta alma obtendrá todo cuanto pidiere a Dios y a la Santísima Virgen.
17. Si hubiera vivido haciendo su propia voluntad durante toda su vida y si debiera morir al día siguiente, Yo le prolongaré su existencia para que se confiese bien.
18. Cada vez que un alma rece estas oraciones, ganará 100 días más de indulgencia.
19. Se le asegura que será colocado junto al Supremo Coro de los Santos Angeles.
20. AI que enseñare estas Oraciones a otra persona, se le asegura gozo continuo y el mérito perdurable por toda la eternidad.
21. Dondequiera que se rezaren estas oraciones, o si se rezan en algún tiempo futuro, allí, estará Dios presente con Su gracia.
Las 21 promesas de Santa Brígida, tradicionalmente asociadas con las oraciones de Santa Brígida no están cubiertas por una imprenta. En Enero de 1954 la Oficina Santa mandó una advertencia que el origen supernatural de estas promesas no ha sido demostrado.

La Iglesia siempre recomienda meditar sobre La Pasión de Nuestro Señor. La Bendita Virgen Maria dijo a Santa Brígida: "la consideración de la pasión de Mi hijo debe permanecer frecuente en los pensamientos de todos." San Buenaventura dijo: "Permite quien quiera estar en unión con Dios manténga los ojos de su alma fijos en El quien cuelga muerto en la Cruz. Son las Llagas del Señor las que nos permiten tener poder para soportar el sufrimiento no sólo con paciencia sino con alegría."




jueves, 12 de julio de 2007


PLEGARIA LITÁNICA.
Jesús, que curaste a los ciegos (Mt 11, 5; Mc 8, 22): - ILUMÍNANOS, SEÑOR.
Jesús, que limpiaste a los leprosos (Mt 11, 5; Lc 17, 12 - 14): - LÍMPIANOS, SEÑOR.
Jesús, que diste voz y oído al sordomudo (Mc 7, 31 - 37): - ESCÚCHANOS, SEÑOR.
Jesús, que sanaste al paralítico de Cafarnaúm (Mt 8, 1 - 8): - LEVÁNTANOS, SEÑOR.
Jesús que curaste al siervo del Centurión (Lc 7, 1 - 10): - AYÚDANOS, SEÑOR.
Jesús, que curaste al hombre de la mano rígida (Lc 6, 6 -11): - AYÚDANOS, SEÑOR.
Jesús, que curaste a la mujer con flujo de sangre (Mt 9, 20 - 22): - AYÚDANOS, SEÑOR.
Jesús, que curaste a la suegra de Pedro (Mc 1, 29 - 31): - AYÚDANOS, SEÑOR.
Jesús, que curaste a la mujer encorvada (Lc 13, 10 - 17): - AYÚDANOS, SEÑOR.
Jesús, que limpiaste al poseso de Cafarnaúm (Mc 5, 1 - 20): - PURIFÍCANOS, SEÑOR.
Jesús, que limpiaste al ciego y al mudo (Mt 12, 22): - PURIFÍCANOS, SEÑOR.
Jesús, que limpiaste al poseso de Gerasa (Mc 5, 1 - 20): - PURIFÍCANOS, SEÑOR.
Jesús, que limpiaste a la joven posesa cananea (Mt 15, 21 - 28): - PURIFÍCANOS, SEÑOR.
Jesús, que resucitaste a Lázaro (Jn 11, 1 - 45): - RESUCÍTANOS, SEÑOR.
Jesús, que resucitaste al hijo de la viuda de Naín (Lc 7, 11 - 16): - RESUCÍTANOS, SEÑOR.
Jesús, que resucitaste a la hija de Jairo (Mt 9, 18 - 26): - RESUCÍTANOS, SEÑOR.
Jesús, que resucitaste Tú al tercer día (Mt 27, 62/28, 10): - RESUCÍTANOS, SEÑOR.
Jesús, que convertiste el agua en vino (Jn 2, 1- 11): - TRANSFÓRMANOS, SEÑOR.
Jesús, que convertiste a Mateo en tu Apóstol ((Lc 5, 27 - 29): - TRANSFÓRMANOS, SEÑOR.
Jesús, que convertiste a Zaqueo en tu discípulo (Lc 19, 1 - 10): - TRANSFÓRMANOS, SEÑOR.
Jesús, que caminaste sobre las aguas (Mt 14, 22 - 23): - DANOS SEGURIDAD.
Jesús, que apaciguaste la tormenta (Mt 8, 23 - 27): - DANOS FE EN LA PRUEBA, SEÑOR. Jesús, por tu bautismo (Jn 1, 29 - 34): - SANTIFÍCANOS, SEÑOR.
Jesús, por tus ayunos (Mt 4, 1 - 3): - SANTIFÍCANOS, SEÑOR.
Jesús, por tus noches de oración (Lc 6, 12): - SANTIFÍCANOS, SEÑOR.
Jesús, por tus sufrimientos en la Pasión (Mt 26 y 27): - SANTIFÍCANOS, SEÑOR.
Jesús, por tu perdón a la mujer adúltera (Jn 8, 1 - 11): - PERDONA A LOS QUE TE HEMOS OFENDIDO.
Jesús, por tu perdón a la pecadora (Lc 7, 36 - 50): - PERDONA A LOS QUE TE HEMOS OFENDIDO.
Jesús, por tu perdón al paralítico (Mc 2, 1 - 12): - PERDONA A LOS QUE TE HEMOS OFENDIDO.
Jesús, por tu espera al pródigo (Lc 15, 11 - 32): - NO TE CANSES DE NOSOTROS.
Jesús por tu promesa al Buen Ladrón (Lc 23, 43): - NO TE CANSES DE NOSOTROS.

domingo, 8 de julio de 2007


Y JESUS ME DIJO...



Si nadie te ama, mi alegría es amarte.Si lloras, estoy deseando consolarte.Si eres débil, te daré mi fuerza y mi alegría.Si nadie te necesita, yo te busco.Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.Si estás vacío, mi ternura te colmará.Si tienes miedo, te llevo en mis brazos.Si quieres caminar, iré contigo.Si me llamas, vengo siempre.Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.Si estás cansado, soy tu descanso.Si pecas, soy tu perdón.Si me hablas, trátame de tú.Si me pides, soy don para ti.Si me necesitas, te digo: estoy aquí dentro de ti.Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.Si estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.Si tienes hambre, soy pan de vida para ti.Si eres infiel, yo soy fiel contigo.Si quieres hablar, yo te escucho siempre.Si me miras, verás la verdad en tu corazón.Si estás en prisión , te voy a visitar y liberar.Si te marchas, no quiero que guardes las apariencias.Si piensas que soy tu rival, no quiero quedar por encima de ti.Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente, un niño.Si estás excluido, yo soy afiliado.Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecen recordándote.Si no tienes a nadie, me tienes a mi.Si eres silencio, mi palabra habitará en tu corazón.

viernes, 15 de junio de 2007

CORAZÓN DE JESÚS





SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZON DE JESÚS

UN CORAZÓN TRASPASADO

15 de junio de 2007

Las Doce Promesas del Sagrado Corazón


En mayo de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita María para aquellas almas devotas a su Corazón las siguientes promesas:

* Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
* Les daré paz a sus familias.

* Las consolaré en todas sus penas.

* Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.

* Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.

* Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.

* Las almas tibias se volverán fervorosas.

* Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.

* Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.

* Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.

* Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.

* Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.

Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo...del amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres (Pío XII.

ORACIÓN PARA DESPUÉS DE
CADA UNA DE LAS COMUNIONES
DE LOS NUEVE PRIMEROS VIERNES

Jesús mío dulcísimo, que en vuestra infinita y dulcísima misericordia prometisteis la gracia de la perseverancia final a los que comulgaren en honra de vuestro Sagrado Corazón nueve primeros viernes de mes seguidos: acordaos de esta promesa y a mi, indigno siervo vuestro que acabo de recibiros sacramentado con este fin e intención, concededme que muera detestando todos mis pecados, creyendo en vos con fe viva, esperando en vuestra inefable misericordia y amando la bondad de vuestro amantísimo y amabilísimo Corazón. Amén.

domingo, 10 de junio de 2007

CORPUS CHRISTI.




Celebramos en este domingo el día del Corpus Christi, la solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, una de las fiestas más solemnes y más populares para los católicos. Necesitamos comunicar al mundo nuestra fe en el amor infinito de Dios que se nos manifiesta en la Eucaristía. La Eucaristía es la fuente de la que mana el amor de Dios, por eso participar en ella no sólo es recibir el alimento para nuestra vida espiritual, sino sentirse en comunión de amor con su mandato: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. No cabe amor más grande que el de Jesucristo que ha dado la vida por todos los seres humanos.
En este día del Corpus es tradicional celebrar en España el Día de la Caridad. No tiene mucho sentido decir que amamos a Dios, si al mismo tiempo no alimentamos, fomentamos y practicamos el amor fraterno, especialmente con los más necesitados.

domingo, 3 de junio de 2007


LA SANTÍSIMA TRINIDAD.




Solemnidad
Domingo después de Pentecostés



"Un sólo Dios, un solo Señor"




El dogma fundamental, del que todo fluye y al que todo en el cristianismo viene a parar es el de la Santísima Trinidad. De ahí que, después de haber recordado uno tras otro en el curso del Cielo a Dios Padre, Hijo, autor de la Redención, y a Dios Espíritu Santo, autor de nuestra santificación, la Iglesia nos incita hoy a la consideración y rendida adoración del gran misterio que nos hace reconocer y adorar en Dios la unidad de naturaleza en la trinidad de personas.

"Apenas hemos celebrado la venida del Espíritu Santo, cantamos la fiesta de la Santísima Trinidad en el Oficio del Domingo que sigue, escribía San Ruperto en el siglo XII, y este lugar está muy bien escogido, porque tan pronto como hubo bajado el Espíritu Santo, comenzó la predicación y la creencia; y, en el bautismo, la fe y confesión en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."

Afirmaciones del dogma de la Trinidad, se ven continuamente en la Liturgia. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, así empieza y termina la Santa Misa y el Oficio divino, y se confieren los Sacramentos. Igualmente A los salmos sigue el Gloria Patri ...; los himnos tradicionales acaban con la doxología y las oraciones con una conclusión en honor a las Tres Divinas Personas.

La devoción a la Santísima Trinidad se inició en el siglo X, y a partir de esta época se fue también difundiendo su fiesta litúrgica, entrando en el calendario romano en 1331. Si bien desde el comienzo del cristianismo la oración litúrgica se ha dirigido al Padre, por mediación del Hijo y en el Espíritu Santo, y el mismo Jesús habló de Dios como una comunión de amor y manifestó el misterio de las tres divinas personas, lo original de esta fiesta es el honrar específicamente a Dios sin tener como motivo un acontecimiento salvífico, ni la memoria de un santo. Se trata de "profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su unidad todopoderosa".

domingo, 27 de mayo de 2007




LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 1-11

Al Regar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban: - «¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.»

domingo, 20 de mayo de 2007

LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR




¡Es el momento en el que Jesús regresó al Cielo con su Padre, después de haber cumplido su misión en la tierra¡

En el Evangelio de San Lucas 24, 50-53 se narra como, después de dar las últimas instrucciones a los Apóstoles, los llevó cerca de Betania y mientras los bendecía, alzando las manos, subió al Cielo. Los Apóstoles lo vieron alejarse hasta que desapareció en una nube.

Con su Ascensión al Cielo, Jesús nos abre las puertas para que podamos seguirle. La Ascensión es para todos los cristianos un símbolo de esperanza, pues sabemos que Cristo está sentado a la derecha del Padre, intercediendo por nosotros y que un día podremos llegar con Él a gozar de la felicidad eterna. Por esto, celebramos la fiesta con una Misa solemne. Durante la celebración de la Misa, puede haber una procesión solemne, con incienso. El crucifijo se adorna de blanco, se llevan luces y flores.
Debemos luchar por ser perfectos y buenos para poder ir al Cielo con Jesús. Él vivió como todos nosotros su proyecto y lo fue perfeccionando día a día. Su proyecto no terminó con la Muerte, sino que siguió con su Resurrección y su Ascensión.

jueves, 10 de mayo de 2007

JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE.





Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote
Cuando Dios elige ministros suyos, deja a su Verbo la elección. Porque han de continuar sus mismos misterios


Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote
"Os he llamado amigos, porque os he manifestado todo lo que he oído a mi Padre. No me habéis elegido vosotros a mí, soy yo quien os he elegido y os he destinado a que os pongáis en camino y deis fruto, y un fruto que dure" (Jn 15,15).

Jesús entrega su amistad y pide la nuestra. Ha dejado de ser el Maestro para convertirse en amigo. Escuchad como dice: Vosotros sois mis amigos... No os llamo siervos, os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer…En aras de esa amistad, que es entrañable, que es verdadera y ardorosa, desea atajar a los que aún pudieran no hacerle caso. "No sois vosotros -les dice- los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido".

Es un compañero deseoso de salvar, de alegrar y de llenar de amor, de gozo y de paz a sus amigos. "Os he hablado para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud". El Maestro está con los brazos abiertos de la amistad tendidos hacia nosotros. Y con la alegría como promesa y como ofrenda. Nunca se ha visto un Dios igual. Camina ahora mismo y por cualquier calle. Por la acera de tu casa, seguro. Y está diciendo que es amigo tuyo, que te quiere igual que a su Padre y que desea llenarte de alegría. Lo va repitiendo al paso, según se acerca a tu puerta.

!Oh Jesús,eterno Sumo Sacerdote, conserva a tus sacerdotes bajo el amparo de tu Santísimo Corazòn, donde nadie los pueda dañar.
Conserva puras sus manos consagradas que diariamente tocan tu sagrado Cuerpo.
Conserva puros sus labios enrojecidos por Tu preciosa Sangre.
Conseva puro y desprendido su corazón que está sellado con la sublime señal de tu glorioso Sacerdocio.
Hazlo crecer en el amor y fidelidad hacia Tí y protégelo del contagio del mundo. Con el poder de la transformación del pan y del vino, concédeles también el poder de transformar los corazones. Bendice sus trabajos con riquísimo fruto y dales al fin la corona de la vida eternma". Amén

DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA

DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
Pinta una imagen Mía, según la visión que ves, con la Inscripción : "¡Jesús, yo confío en Ti!." Yo deseo que esta Imagen sea venerada, primero en tu capilla y después en el mundo entero. Yo prometo que el alma que honrare esta imagen, no perecerá. También le prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, pero especialmente a la hora de su muerte. Yo el Señor la defenderé como a Mi propia Gloria

JESUS EN TI CONFIO

JESUS EN TI CONFIO
Por sólo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.

SANTÍSIMO SACRAMENTO TE ADORAMOS, TE BENDECIMOS Y TE GLORIFICAMOS.

SANTÍSIMO SACRAMENTO TE ADORAMOS, TE BENDECIMOS Y TE GLORIFICAMOS.

SANTISIMO SACRAMENTO

HIMNO A JESÚS SACRAMENTADOPOR SANTO TOMÁS DE AQUINO(Adoro te devote) Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.

DULCE CORAZÓN DE JESUS EN TI CONFIO

DULCE CORAZÓN DE JESUS EN TI CONFIO
Omnipotente y sempiterno Dios, eterna salud de los que creen, escúchanos en bien de tus siervos enfermos, por quienes imploramos el auxilio de tu Misericordia; a fin de que recobrada la salud, te den en tu Iglesia ferviente acción de gracias. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.

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JESÚS EN TI CONFÍO

JESÚS EN TI CONFÍO
Oh Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de compasión no tienen límites, míranos con Tu favor y aumenta Tu Misericordia dentro de nosotros, para que en nuestras grandes ansiedades no desesperemos, sino que siempre, con gran confianza, nos conformemos con Tu Santa Voluntad, la cual es idéntica con Tu Misericordia, por Nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia, quien con Vos y el Espíritu Santo manifiesta Misericordia hacia nosotros por siempre. Amén.

NUESTRO SACRIFICIO VIVO ES OLOR FRAGANTE PARA DIOS

NUESTRO SACRIFICIO VIVO ES OLOR FRAGANTE PARA DIOS
“Oh Sangre y Agua, que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en ti Cofío".

JESÚS QUE TU CRUZ NOS SALVE

JESÚS QUE TU CRUZ NOS SALVE
La cruz es signo de reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los humanos y con todo el orden de la creación en medio de un mundo marcado por la ruptura y la falta de comunión.

VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO.

VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO.
Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos (Mt 5, 13-16)

CRACIAS SEÑOR POR TU MISERICORDIA

CRACIAS SEÑOR POR TU MISERICORDIA

DULCISIMO CORAZÓN DE JESÚS EN TI CONFIO.

DULCISIMO CORAZÓN DE JESÚS EN TI CONFIO.
Oración Oh Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a éstos que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

DULCISIMO CORAZÓN DE MARÍA

DULCISIMO CORAZÓN DE MARÍA
¡Oh Corazón de María!, el más amable y compasivo de los corazones después del de Jesús, Trono de las misericordias divinas en favor de los miserables pecadores; yo, reconociéndome sumamente necesitado, acudo a Vos a quien el Señor ha puesto todo el tesoro de sus bondades con plenísima seguridad de ser por Vos socorrido. Vos sois mi refugio. mi amparo, mi esperanza; por esto os digo y os diré en todos mis apuros y peligros: ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

ME OFREZCO JESÚS A TU VOLUNTAD.

ME OFREZCO JESÚS A TU VOLUNTAD.
HIMNO AL SANTO CRISTO DEL CONSUELO DE FUENTES DE MAGAÑA –SORÍA- Tu Frente y Tu Mirada Dolorosa Miramos con piedad, Cristo Jesús Con fe de redimidos, confiados. Venimos a Tu Altar. Te Aclamamos a Ti, nuestro Consuelo, Divino Redentor, alumbre tu Calvario Los senderos de un Pueblo Que te Quiere por Señor. +++ ESTROFA En Cruz crucificado Señor, eres Consuelo, Del árbol de la muerte Salud nuestra salió. Rompiendo las cadenas, Triunfante y Victorioso, Me enseñas a que sea Mártir y Redentor. +++ Tu Frete y Tu Mirada Dolorosa Miramos con piedad, Cristo Jesús Con fe de redimidos, confiados. Venimos a Tu Altar. Te Aclamamos a Ti, nuestro Consuelo, Divino Redentor, alumbre tu Calvario Los senderos de un Pueblo Que te Quiere por Señor

NO ME NIEGES TU AUXILIO EN EL ATARDECER DE MI VIDA

NO ME NIEGES TU AUXILIO EN EL ATARDECER DE MI VIDA

QUIERO ESTAR EN TU CORAZÓN JESUS

QUIERO ESTAR EN TU CORAZÓN JESUS
Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores.